SOBRE LA RENFE

 

Hace ya tiempo que RENFE permite acceder a sus trenes de cercanías  a viajeros con perros-mascota, causando con ello molestias a los demás usuarios.

Porque un perro-mascota no es una persona, y el servicio de transporte de viajeros por ferrocarril está adaptado solo para las personas.

También existe el transporte de animales por ferrocarril, pero éste se realiza en otro tipo de vagones y con otras condiciones.

RENFE sabe perfectamente que el acceso de perros-mascotas a sus trenes casusa problemas  y molestias de diversa índole, y estoy seguro que habrá recibido muchas reclamaciones por ese motivo, una de ellas la mía. Por ello ha establecido una serie de requisitos y limitaciones al acceso, que se incumplen sistemáticamente por los dueños de los perros-mascotas y no se controlan por el personal de RENFE, que, a veces, no da señales de vida.

La compañía debería asegurar unas condiciones de limpieza y seguridad aceptables para los viajes que oferta, y esas condiciones no se cumplen si admite perros-mascotas en los trenes. Por ese motivo creo que la Administración debería intervenir para obligar a RENFE a proporcionar viajes en condiciones aceptables. Sobre todo para aquellos viajeros que no tienen otra posibilidad de transporte. Porque los que disponen de esa posibilidad, como es mi caso, hace tiempo que han dejado de usar los trenes de cercanías.

También hace ya tiempo que RENFE permite acceder a sus trenes de media y larga distancia a viajeros con perros-mascota pequeños,  que deben viajar dentro de una jaula o transportín, y que, aún así, también causan molestias.

Pero es que ahora se les ha ocurrido poner en marcha una prueba piloto para permitir el acceso a trenes de media y larga distancia a viajeros con perros-mascota de hasta 40 kilos de peso. Dicen que para poner en marcha esta prueba piloto cuentan con el asesoramiento de Nestlé-Purina. No dudo que sea así, porque Nestlé-Purina se está haciendo de oro vendiendo productos para perros-mascotas y la posibilidad de que puedan viajar le supone una oportunidad de venta de infinidad de productos para el viaje.

RENFE también espera beneficiarse con el incremento de pasajeros que esta medida puede proporcionarle, pero tanto RENFE como Nestlé-Purina saben perfectamente de los inconvenientes que esta medida puede acarrear para otros viajeros e incluso para los perros.

Por ello intenta diluir sus obligaciones como transportista obligando a los dueños de los perros-mascotas a firmar una “declaración responsable”,  en la que éstos asumen toda la responsabilidad de los daños y perjuicios que pueda causar el animal. Además de recordarles una serie de obligaciones, como controlar constantemente al animal, llevar consigo toda la documentación sanitaria y de identificación, impedir que molesten a otros viajeros, limpiar toda la suciedad que puedan producir, etc.

También aconsejan a los dueños de los perros-mascotas que los bañen el día anterior para evitar olores. Que los paseen antes de subir al tren para que hagan sus necesidades y estén tranquilos. Que no les den de comer en las 3 horas previas al viaje para evitar mareos, vómitos y excrementos.

Es decir, que RENFE y Nestlé-Purina saben que permitir el acceso de perros a los trenes puede suponer molestias para otros viajeros como por ejemplo: soportar olores, parásitos, vómitos, excrementos sólidos y líquidos, ruidos, pelos (sobre todo para los alérgicos), etc. Pero ellos focalizan más su atención en los beneficios que puede aportarles la medida.

Desde el punto de vista del perro, tampoco parece una buena idea. Porque la perspectiva de estar inmóvil y callado durante un largo periodo de tiempo para llegar a un lugar desconocido del que no tiene ninguna referencia y que le provoca inseguridad no es muy halagüeña. Lo que un perro necesita no es estar atado y amordazado y viajar visitando lugares que no le interesan, sino correr libremente por un espacio que reconoce y que marca con su orina, relacionarse con sus congéneres (los humanos no somos sus congéneres), comer todo lo que sea posible y aparearse .

Por todo ello, creo necesario hacer llegar notas de protesta a RENFE, para que sea consciente de que esa medida que intenta poner en práctica no solo no es Pet Friendly, como aseguran, sino que causará importantes molestias a los perros y también a muchos usuarios de los trenes. Además de suponer un motivo disuasorio para posibles usuarios de los trenes, como ocurre en mi caso.

Comentarios

  1. Yo tampoco pienso coger ningún tren que admita perros, me parece increible que aparten a los niños y admitan a los perros.

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  2. RENFE está cometiendo un grave error al dejar entrar a los perros (que no entiendo por qué les llaman mascotas cuando la mascota por excelencia es el perro) se pueden cagar en el tren, ladran y molestan. Si tomaron la decisión de prohibir patines porque explotaba la batería, deberían prohibir los perros porque se pudieran cagar. Tanto el daño que provoca que una batería explote como la de que esté el tren lleno de caca, es igual de fea y aún más la caca, aparte de fea es antihigiénica

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